viernes, febrero 08, 2008


II
Si el amor y las lágrimas
le han vendido el alma al tiempo,
si los meses lograron desmembrar la pena
y colmar tus vacíos,
si nuestra fidelidad sagrada a la soledad
fue quebrada por tu adulterio,
si mi indecisión ya no pesa sobre tus días
y lograste deshacerte de mi sombra,
si nuestra posibilidad vigente caducó de golpe
y la historia fugaz quedó truncada fugazmente,
si tus manos volvieron hacer tres
y nuestro cuerpo ostenta asimetrías,
si terminaste por olvidar los ritos,
las tardes, los rincones;
si sólo soy un recuerdo sin jerarquía
y mi palabra perdió la devoción de tus oídos,
si el dolor no dolió lo suficiente
para sobrevivir prisionero en tu pecho...




y si todo se disipó, si nada queda,
comprendo que nada es realmente algo,
pues todo en manos del tiempo
en nada expira.
Tan sólo resta tomar los vestigios de esperanza,
y salir temprano,
a merced del destino,
a embrujar otra mente,
otro espejo, otra almohada.