martes, mayo 01, 2007

la espera


te espero como el sueño que arranca madrugadas a las horas,
como manos de niño abiertas al juego y a las caricias.
te espero con los ojos cerrados,
velando la sombra que me encierra.
te espero en silencio, de rodillas, con tu nombre en mis labios que te llaman.


tengo mi abrazo listo para usted


Lo ingenuo. Lo sublime. Lo naif. Lo afortunado. Lo iluso. Lo esperado. Lo sorprendente. Lo maravilloso. Lo deseado. Lo grande. Lo imaginado.

De niños no veíamos la vida de tal o cual forma, la vivíamos.

Myriam Mattioda